13/04/10
El día que el tren cambió la vida de los sanjuaninos
El ferrocarril en la provincia. Un 16 de abril de hace exactamente 125 años llegó el primer tren, uno de los hechos más importantes de la historia local. Dieron hasta 8 días de feriado.
Eran las 17 de un otoñal 12 de abril de 1885. La locomotora se detuvo y de los vagones descendió la comitiva de personalidades más grande que se recuerde. Eran 400 personas, encabezados por el presidente Julio Argentino Roca. Los anfitriones vestían sus mejores ropas y ya los había invadido la emoción al compás de la vibración del piso en el andén. La gente allí sabía que estaba ante un hecho histórico. Vaya que lo era. Hace exactamente 125 años, San Juan entraba en una nueva era, la del progreso que traía aparejado esa enorme y revolucionaria maquinaria. Aquel 12 de abril, el ferrocarril llegó por primera vez a la provincia. Fue uno de los hechos más importantes de la historia sanjuanina porque a partir de entonces se conectó vía ferrocarril con el resto del país y unos años después, con Chile, ampliando y mejorando su panorama comercial y social. Durante 108 años, el tren ofreció un servicio ininterrumpido en San Juan.
Para tener una idea de lo que significó para la provincia aquel acontecimiento, el Gobierno sanjuanino dio nada menos que ocho días de feriado (del 9 al 16 de abril), en los que sólo trabajó la policía. Además se incluyó una serie de celebraciones, que incluyó banquetes, bailes, paseos y la inauguración de una feria de productos artesanales.
El ferrocarril era el Andino y el tren había salido de Villa María, Córdoba, para pasar previamente por San Luis y Mendoza, que había inaugurado su ramal cinco días antes. San Juan se convirtió así en la séptima provincia que contó con el ferrocarril, que fue clave para el crecimiento de la industria vitivinícola, entre otros aspectos.
Por la cantidad de gente, fueron dos las formaciones que llegaron a la estación Pacífico, que luego se llamó San Martín. Y desde sus vagones bajaron Julio Argentino Roca y varias personalidades, como Luis y Roque Sáenz Peña, Juárez Celman, Emilio Mitre y Bernardo de Irigoyen. Además, estuvieron los embajadores de Chile, Ambrosio Montt, y de Estados Unidos, el general Osborne, además de los cadetes del Colegio Militar y la Escuela Naval, quienes dieron un brillo inusitado a los múltiples festejos programados, según el libro Historia de San Juan, de Peñaloza y Arias.
En el acto que se armó para tamaño acontecimiento, los recibió el presidente del Honorario Senado Provincial, José Cortínez, a cargo interinamente del Gobierno porque curiosamente el gobernador Carlos Doncel había estado en la inauguración de la llegada del tren en Mendoza.
Entre otros aspectos vinculados al progreso, el tren en San Juan abrió la puerta a la consolidación de la industria vitivinícola. Desde su llegada, creció considerablemente la cantidad de hectáreas plantadas con vid. Según Peñaloza-Arias, con el ferrocarril se despertó la fiebre por el negocio que comenzaba a ser lucrativo, formándose importantes sociedades. Las viejas bodegas pequeñas murieron para dar lugar a la gran industria.
En 1871, las hectáreas plantadas con vid no alcanzaban las 3.000; en 1894 cubrían una extensión de 10.492. Ya en 1896 se exportaban por ferrocarril 242.090 hectolitros de vino, más 41.130 quintales de pasas de uva.
Eran cifras monstruosas y sin ningún tipo de equivalente previo porque hasta la aparición del ferrocarril, todo lo que llegaba y salía de San Juan era por carretelas, que tardaban tres meses en ir o venir de Buenos Aires.
Además, después de aquel abril de 1885 empezó a llegar otro tipo de mercaderías y la gente tuvo una vía moderna y veloz para viajar. Por eso, según los historiadores, el verdadero milagro del ferrocarril fue el haber consolidado la unidad nacional. Desde 1885, San Juan quedó definitivamente integrado al resto del país. (Diario de Cuyo)